¿Por qué es indispensable mantener el EPP en orden y en condiciones óptimas?

En el ámbito bomberil, la tradición siempre ha tenido un lugar importante, y durante años se consideró que un equipo cubierto de hollín o un casco marcado por el calor eran símbolos de experiencia y valor. Sin embargo, hoy sabemos que ese desgaste visible no representa un mérito, sino un riesgo directo para la salud del bombero. La verdadera insignia de honor de la actualidad debe ser una carrera larga, segura y plena dentro del servicio.

Comprender la relevancia de la limpieza y el mantenimiento adecuado del Equipo de Protección Personal (EPP) es clave, ya que estos procedimientos contribuyen significativamente a reducir la exposición a entornos peligrosos durante y después de la intervención.

La realidad es que, aunque los bomberos enfrentan múltiples amenazas, las sustancias químicas y partículas tóxicas presentes en los incendios son un factor determinante en el desarrollo de enfermedades graves. De acuerdo con la Firefighter Cancer Support Network (FCSN), los bomberos presentan un 9% más probabilidad de ser diagnosticados con cáncer y un 14% mayor riesgo de morir por esta enfermedad en comparación con la población general de Estados Unidos. Entre 2002 y 2019, el cáncer representó el 66% de las muertes ocurridas en acto de servicio.

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Selección del EPP adecuado

La elección del equipo correcto para cada departamento es un paso esencial. Este proceso debe sustentarse en una evaluación de riesgos que determine las características necesarias del EPP para cumplir con los procedimientos de descontaminación y con los protocolos operativos establecidos. Tales evaluaciones ayudan a identificar el equipo más adecuado para proteger eficazmente a cada bombero.

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Inspección del EPP

Las evaluaciones de riesgo también implican inspecciones avanzadas que permiten identificar daños potenciales, entre ellos:

• Material comprometido o defectuoso

• Acumulación de residuos peligrosos

• Alteraciones físicas en el equipo

Además, para adaptarse a la frecuencia de uso y a los niveles de exposición, es indispensable realizar inspecciones rutinarias antes y después de cada turno, con el fin de detectar:

• Contaminación del tejido

• Daños térmicos

• Deterioro en costuras, cortes o desgarros

Asimismo, se requiere una inspección avanzada al menos una vez al año para evaluar condiciones del revestimiento exterior, forro térmico, barrera de humedad, tecnologías de bloqueo de partículas, ribetes y sistemas de cierre.

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Limpieza y mantenimiento del EPP

Después de un incidente donde el EPP pueda haber sido expuesto a contaminantes, los bomberos deben retirarlo de inmediato siguiendo los procedimientos de manipulación establecidos.

Tras la mitigación inicial, cada pieza debe colocarse en bolsas individuales y transportarse por separado, evitando su contacto con personas o áreas personales. La limpieza avanzada debe llevarse a cabo cada seis meses o después de cualquier exposición significativa a sustancias químicas. Dichos servicios deben ser realizados exclusivamente por proveedores certificados o limpiadores verificados.

Las áreas con suciedad extrema requieren un tratamiento previo, y tanto el forro como el revestimiento exterior deben separarse. El ciclo de lavado, la temperatura del agua, el nivel de llenado y el detergente deben seleccionarse conforme a la normativa vigente en cada región, para evitar la degradación del equipo.

En caso de requerir reparaciones, estas deben ser gestionadas únicamente por el fabricante original, por un Proveedor de Servicios Independiente certificado o por personal interno debidamente acreditado en reparación de EPP.